sábado, 19 de diciembre de 2015

Campeón


Can Tho.
Paseamos al atardecer por la ribera del Mekong.
Mucha animación. 
Parejas de enamorados y corros de aprendices de aprendices de triunfitos cantando y bailando.
Los primeros en los bancos mas apartados y los últimos probando la cámara de su nuevos móviles.

Nos paramos en uno de esos corros.

El espectáculo es universal y podríamos estar en cualquier parte de esta especie de aldea global en la que vivimos.

Uno de los espectadores se vuelve al oir nuestro acento extranjero. 

Es un crío de unos diez años con unos ojos que no le caben en la cara y la mirada mas viva que he visto en mucho tiempo.

Rápidamente nos ofrece su mercancía.

Unos muñecos de Papa Noel hechos con tiras de plástico que nos dejan fuera de juego.



Pilar, con su habilidad para lo humano, se los mira en detalle y se interesa por uno de ellos. 

.- ¿Cuanto? .- le pregunta.

El responde algo que no somos capaces de entender .... y ademas esta el lío del cambio...

Pero eso no es problema enseguida busca en su bolsillo el billete de 50.000 dongs vietnamitas que pide por su mercancía y nos lo enseña.

El trato esta claro y ante este despliegue de recursos nos rendimos y nos quedamos con uno.

Con el corazón en un puño me agacho a su altura y chocamos las manos.

.- ¡ Campeón !.- le digo

Creo que en todo el rato no parpadeo una sola vez.

Yo tampoco.